EL BOTELLON
En todas las sociedades existen las llamadas “válvulas de escape”, parecido a la olla Express, cuando adquiere una cierta presión, solicitando que reduzcamos la temperatura ó pongamos remedio apartándola del fuego, con el único fin de evitar el estallido.
Estallido social que debemos evitar a toda costa guardando al mismo tiempo las garantías, libertades democráticas y sociales, no vayamos a instaurar otra vez, como quieren algunos, la Ley de Orden Público y la de vagos y maleantes de los años 50 (era franquista). Porque esos mismos mayores que ahora quieren que por la fuerza y con perros, al más puro estilo Hitleriano contra los judíos, se quiten los jóvenes de las plazas y que no consuman bebidas, debido a su ruido y suciedad, son los mismos que votaron democracia, libertad y derechos constitucionales, y ahora olvidan uno de los principios fundamentales de la Carta Magna-79. El derecho a la reunión y asociación, y además no indica hora especifica y no está afecta de horario gubernativo-autonomico, por no tratarse de espectáculo publico aunque lo aparente, aquí lo único que es verdaderamente publica es la plaza y algunos la quieren hacer privada de los vecinos que viven en sus aledaños, como sí de una Urbanización Privada se tratara.
Ninguna justicia se impone de inmediato como quieren algunos, lo único que se imparte de inmediato es la venganza y la verdadera justicia en ningún caso es vengativa. Molestan pues a por ellos, eso es venganza y represalia, no-justicia, lo justo hay que ganárselo con esfuerzo y ahínco día a día, de lo contrario, se cometerán errores y enfrentamientos innecesarios como los ocurridos la semana pasada en Granada, donde un grupo de jóvenes intentaron seguir una fiesta de cumpleaños al aire libre después de terminarla en la casa de los homenajeados y la Policía, cargó contra ellos como si de criminales se tratara, siendo su único pecado el haber puesto en practica, la conducta normal de cualquier burgués que asiste a una fiesta. Estos mismos que denuncian a los reunidos, cuantas veces han ido a una boda, fiesta o evento familiar y le a dicho a la colega ó colegas, “tío esto me aburre y estoy enmallado”, vamonos de aquí y continuemos en otro sitio marchándose sin más y sin que nadie por ello les haya atacado, perseguido, vejado, denunciado, cargado, amenazado y detenido en algunos casos.
El trabajo día a día, exigir al Excmo. Ayuntamiento especifique en las licencias de apertura de los establecimientos, expresamente, autorizado ó no autorizado a vender bebidas alcohólicas, y en caso de autorizados a vender bebidas alcohólicas como tiendas de comestibles ó gasolineras únicamente en botellas de 0.40cl., la famosa petaca, de todos es sabido que esta sociedad de consumo es cómoda, queremos llegar con nuestro coche a ser posible dentro de la peluquería, dentro del supermercado, comernos la hamburguesa sentado en el coche, ya en la post-segunda 2ª guerra mundial el éxito universal americano era ver el cine sentado en el coche. Mientras estos que protestan y nos hechan los perros, hacían el botellón en el cine de verano con el tinto con casera, pero eso sí, guardaban silencio para ver la película.
Que inspeccionen los establecimientos autorizados a vender alcohol y no autorizados. Y sobre todo al ejército de kioscos de helados, que ahora en esta etapa estival, concede el Ayuntamiento y los adjudicatarios venden pasteles, hamburguesas, Anís, Coñac, cerveza, pelotazos y un largo etc. De los cuales ningunos excepto helados están autorizados a vender.
Decía Unamuno que si quieres en España esconder un secreto escríbelo en un libro y nadie lo sabrá, pues si reducimos la cantidad en la venta la incomodidad de tener que adquirir varias botellas, abrirlas vaciarlas en otro envase, incomoda y la incomodidad limita la alegría de adquisición. Y ahora se ha terminado, ve tu tío, yo no, yo fui antes, ahora te toca a ti, si hombre, voy a ir hasta el final de la calle, acarrear cuatro botellines vaciarlas en esta otra más grande, que nos la bebemos de un pelotazo cada uno, ¿por qué no nos vamos al disco de zú colega” y después tenemos cafetito dabuti y tó. Quien no conoce el caso, que más de uno se ha quedado sin fumarse un canuto por no encontrar papel. La solución está en redirigir a la juventud hacia los establecimientos autorizados y profesionales que saben manejar el consumo de bebidas alcohólicas, Zapatero a tus zapatos.
En todas las sociedades existen las llamadas “válvulas de escape”, parecido a la olla Express, cuando adquiere una cierta presión, solicitando que reduzcamos la temperatura ó pongamos remedio apartándola del fuego, con el único fin de evitar el estallido.
Estallido social que debemos evitar a toda costa guardando al mismo tiempo las garantías, libertades democráticas y sociales, no vayamos a instaurar otra vez, como quieren algunos, la Ley de Orden Público y la de vagos y maleantes de los años 50 (era franquista). Porque esos mismos mayores que ahora quieren que por la fuerza y con perros, al más puro estilo Hitleriano contra los judíos, se quiten los jóvenes de las plazas y que no consuman bebidas, debido a su ruido y suciedad, son los mismos que votaron democracia, libertad y derechos constitucionales, y ahora olvidan uno de los principios fundamentales de la Carta Magna-79. El derecho a la reunión y asociación, y además no indica hora especifica y no está afecta de horario gubernativo-autonomico, por no tratarse de espectáculo publico aunque lo aparente, aquí lo único que es verdaderamente publica es la plaza y algunos la quieren hacer privada de los vecinos que viven en sus aledaños, como sí de una Urbanización Privada se tratara.
Ninguna justicia se impone de inmediato como quieren algunos, lo único que se imparte de inmediato es la venganza y la verdadera justicia en ningún caso es vengativa. Molestan pues a por ellos, eso es venganza y represalia, no-justicia, lo justo hay que ganárselo con esfuerzo y ahínco día a día, de lo contrario, se cometerán errores y enfrentamientos innecesarios como los ocurridos la semana pasada en Granada, donde un grupo de jóvenes intentaron seguir una fiesta de cumpleaños al aire libre después de terminarla en la casa de los homenajeados y la Policía, cargó contra ellos como si de criminales se tratara, siendo su único pecado el haber puesto en practica, la conducta normal de cualquier burgués que asiste a una fiesta. Estos mismos que denuncian a los reunidos, cuantas veces han ido a una boda, fiesta o evento familiar y le a dicho a la colega ó colegas, “tío esto me aburre y estoy enmallado”, vamonos de aquí y continuemos en otro sitio marchándose sin más y sin que nadie por ello les haya atacado, perseguido, vejado, denunciado, cargado, amenazado y detenido en algunos casos.
El trabajo día a día, exigir al Excmo. Ayuntamiento especifique en las licencias de apertura de los establecimientos, expresamente, autorizado ó no autorizado a vender bebidas alcohólicas, y en caso de autorizados a vender bebidas alcohólicas como tiendas de comestibles ó gasolineras únicamente en botellas de 0.40cl., la famosa petaca, de todos es sabido que esta sociedad de consumo es cómoda, queremos llegar con nuestro coche a ser posible dentro de la peluquería, dentro del supermercado, comernos la hamburguesa sentado en el coche, ya en la post-segunda 2ª guerra mundial el éxito universal americano era ver el cine sentado en el coche. Mientras estos que protestan y nos hechan los perros, hacían el botellón en el cine de verano con el tinto con casera, pero eso sí, guardaban silencio para ver la película.
Que inspeccionen los establecimientos autorizados a vender alcohol y no autorizados. Y sobre todo al ejército de kioscos de helados, que ahora en esta etapa estival, concede el Ayuntamiento y los adjudicatarios venden pasteles, hamburguesas, Anís, Coñac, cerveza, pelotazos y un largo etc. De los cuales ningunos excepto helados están autorizados a vender.
Decía Unamuno que si quieres en España esconder un secreto escríbelo en un libro y nadie lo sabrá, pues si reducimos la cantidad en la venta la incomodidad de tener que adquirir varias botellas, abrirlas vaciarlas en otro envase, incomoda y la incomodidad limita la alegría de adquisición. Y ahora se ha terminado, ve tu tío, yo no, yo fui antes, ahora te toca a ti, si hombre, voy a ir hasta el final de la calle, acarrear cuatro botellines vaciarlas en esta otra más grande, que nos la bebemos de un pelotazo cada uno, ¿por qué no nos vamos al disco de zú colega” y después tenemos cafetito dabuti y tó. Quien no conoce el caso, que más de uno se ha quedado sin fumarse un canuto por no encontrar papel. La solución está en redirigir a la juventud hacia los establecimientos autorizados y profesionales que saben manejar el consumo de bebidas alcohólicas, Zapatero a tus zapatos.
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